La llegada de septiembre es uno de nuestros momentos favoritos del año.
Poco a poco dejamos atrás el calor del verano, especialmente con las altas temperaturas que hemos vivido estas semanas anteriores, y vemos como se empieza a acercar el otoño y con ello todas sus variedades de frutas y verduras.
Pero, con la llegada del septiembre, no debemos olvidar que encontramos una de las verduras predilectas y más versátiles que encontramos, que siempre está presente en multitud de hogares de los consumidores: el calabacín.
¿Os gustaría conocer más sobre sus propiedades y los aportes para nuestro organismo que están presentes en calabacín? ¡Seguid leyendo!
Calabacín, un ingrediente esencial de la dieta mediterránea
Esta rica verdura es conocida por su gran aporte vitamínico y a la vez, su bajo aporte calórico. Gracias a su alto contenido en agua (95%), es muy habitual que nos encontremos este alimento en dietas de adelgazamiento.
Además, el calabacín nutre a nuestro organismo de vitaminas A y C y, en una proporción más reducida, vitamina E y B.
Se distingue por su textura tierna y su sabor ligeramente dulce, pudiendo encontrarlo en distintos colores desde el verde más intenso hasta el amarillo.
Sin duda, se trata de uno de los grandes protagonistas de la dieta mediterránea en nuestras cocinas. Además, dada su versatilidad, podemos consumirlo asado, al horno, preparando una crema fría de calabacín e, incluso, como salsa.
Al margen de esto, el calabacín tiene ciertas propiedades que resultan muy beneficiosas para nuestra salud. ¡Os las contamos!
- En un regulador natural de nuestro peso:
El calabacín posee un importante contenido en fibras y agua, que, junto al bajo aporte de calorías, nos ayuda a controlar nuestra hambre al ser realmente saciante. Además, aporta a nuestro cuerpo todos los nutrientes necesarios en lugar de una mayor ingesta de alimentos.
- Ayuda a reducir el colesterol:
Se trata de una verdura con propiedades antioxidantes de forma que ayuda a nuestro organismo a eliminar el colesterol “malo” y retrasa la oxidación.
- Reduce la presión arterial:
El calabacín tiene un alto contenido en potasio y magnesio que contribuyen a reducir la tensión sanguínea. Es un alimento recomendado en personas con la tensión alta por sus propiedades.
- Contribuye a nuestra salud cardiovascular
Al tratarse de un alimento rico en magnesio, ayuda a que se reduzca el riesgo de accidentes cardio y cerebrovasculares. Por otro lado, su contenido en ácido fólico ataca directamente a la “homocesteína”, un tipo de aminoácido que en grandes niveles se relaciona con problemas de corazón.
- Ayuda en la prevención del cáncer:
Como hemos mencionado, el calabacín posee un alto contenido en fibra, lo que ayuda a regular nuestra salud intestinal y minimizando el riesgo de la aparición de toxinas causantes de cáncer. Además, las vitaminas A y C, por sus propiedades, ayudan a destruir cuerpos cancerígenos en nuestro organismo.