La horticultura, como parte fundamental de la industria agrícola, enfrenta diversos desafíos para el 2024.
La demanda creciente de alimentos frescos y saludables, las altas temperaturas durante muchos meses del año y la necesidad de abordar cuestiones medioambientales y de sostenibilidad, plantea retos significativos para los productores hortofrutícolas.
¿Cuáles son estos principales desafíos?
El cambio climático continúa siendo una amenaza importante para la horticultura. Fenómenos meteorológicos extremos, cambios en los patrones de lluvia y temperaturas impredecibles pueden afectar la producción de frutas y verduras. Por ello, los productores, deben adoptar prácticas agrícolas resistentes al clima y explorar variedades de cultivos adaptadas a condiciones cambiantes.
Como se ha comentado en anteriores entradas (enlace a la entrada del agua), la disponibilidad limitada de agua es un desafío crítico en muchas regiones del mundo. La horticultura, siendo intensiva en agua, debe aportar prácticas de riego eficientes y explorar tecnologías de conservación de agua.
Además, las plagas o enfermedades que afectan a los cultivos son cada vez más resistentes a los pesticidas. Por ello, los agricultores y productores se verán en la necesidad de implementar nuevas estrategias integradas de manejo de plagas que incluyan métodos biológicos, rotación de cultivos y técnicas de control no químicas. Una investigación continua es clave para desarrollar soluciones efectivas y sostenibles.
¿Las tendencias del mercado afectan a la producción hortofrutícola?
Las preferencias del consumidor están en constante evolución, y la horticultura debe adaptarse a estas tendencias. La demanda de productos orgánicos, locales y sostenibles está en aumento.
El aumento en la demanda de productos orgánicos y sostenibles ha llevado a las empresas productoras a adoptar prácticas agrícolas más ecológicas y a buscar certificaciones orgánicas.
Por otro lado, el mundo hortofrutícola cada vez va a depender más de la tecnología. La automatización en la plantación, cosecha y manejo postcosecha puede mejorar la eficiencia y reducir costos.
En resumen, la horticultura enfrenta desafíos complejos pero no insuperables. La innovación, la sostenibilidad y la adaptabilidad serán las claves para superar estos obstáculos y construir un futuro donde la producción de frutas y verduras sea no sólo abundante, sino también sostenible y saludable para nuestro planeta y sus habitantes.
En Iberiana estamos en constante evolución y en una continua mejora para poder abordar todos estos desafíos de la mejor manera.
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