Cuando paseamos por los lineales de los supermercados, estamos acostumbrados a encontrarnos la fruta en perfectas condiciones. Puede que incluso nos haya llamado la atención alguna vez sus colores brillantes y atractivos que pueden llegar a cautivarnos para comprarlos.
Cuando esto sucede con los cítricos, muchas veces se han sometido a un proceso de “desverdizado” con el que se consigue, en parte, esa apariencia uniforme en todas las piezas de fruta.
Os lo contamos a continuación.
¿Qué es el desverdizado de las frutas y por qué es importante para su comercialización?
El desverdizado se explica cómo el proceso por el cual, en este caso los cítricos, se someten a un cambio en su color una vez han sido recolectados de forma que se consiga un resultado más uniforme en todas las piezas.
Es muy importante destacar que este proceso no afecta en absoluto a la madurez de la fruta, estando en la obligación de cumplir siempre con todos los procesos de calidad interna en lo referido a contenido de azúcar o de zumo, por ejemplo. Simplemente busca un aspecto más familiar para el consumidor.
Durante el proceso, para asegurar que la fruta no sufre ningún daño, siempre se debe tener muy presente factores como la temperatura, la humedad o las concentraciones de oxígeno y resto de condiciones en las que se almacenan durante el proceso.
¿Qué diferencias hay entre el desverdizado natural y el artificial?
Las frutas, por su propio proceso de maduración, realizan este proceso por sí mismas de forma natural. En el caso del presente artículo, los cítricos como las naranjas o los limones cambian de color y maduran gradualmente debido a procesos fisiológicos internos hasta alcanzar el estado idóneo.
Sin embargo, es cierto que muchas veces esto se puede alargar en el tiempo cuando se presenta una necesidad de disponer del producto. Es por ello, que existe la posibilidad de acelerar este desverdizado de las piezas de fruta utilizando para ello técnicas que favorecen este proceso.
Así pues, para el desverdizado natural no se utiliza ningún producto químico. Se puede decir que es un proceso que tiene mucho más que ver con los tiempos de maduración de la fruta. De hecho, incluso puede llevar varios días o semanas que los cítricos alcancen su coloración y sabor óptimos.
Para realizar este proceso de forma artificial y conseguir reducir este tiempo que requieren de forma natural, es necesaria la utilización de productos químicos como el etileno o derivados que aceleran este proceso de cambio de coloración de forma mucho más inmediata.
Este proceso, a su vez, requiere un control mucho más exhaustivo sobre el proceso de maduración, incluyendo las cámaras de almacenaje, y la humedad y temperatura a la que están expuestas las frutas, o la regulación del uso de estos productos en mayor o menor medida, ya que cualquier desajuste en ellas podría dañar la fruta.
