El aguacate está de moda. Presente en infinidad de recetas, ya sea para desayunar o en ensalada, elemento fundamental de los conocidos “brunch”, sin olvidarnos del guacamole que tanto gusta a mayores y niños, se trata, hoy en día, de unos de los alimentos que se ha hecho imprescindible en nuestra dieta.
¿Cuál será el motivo? ¿Se trata de una moda pasajera o de un alimento que ha llegado para quedarse en nuestra cesta de la compra?
Lo cierto es que el aguacate, entre otras cosas, contiene un equilibrio perfecto entre carbohidratos y grasas, por lo que resulta saciante. Este hecho, junto a su sabor, lo convierte en un alimento sumamente atractivo.
A continuación, vamos a profundizar en la historia y los beneficios del aguacate para entender los motivos por los que su consumo ha aumentado sobremanera durante los últimos años.
¿De dónde viene el aguacate?
Su origen se remonta al año 7.000 a.C. en una zona situada entre el sur de México y el norte de Guatemala. También se han encontrado restos de semillas de aguacate en tumbas incas con fechas que se sitúan cerca del año 750 a.C.
Su nombre tiene origen en el idioma náhuatl, propio de la región en la época, y se relaciona con la palabra “ahuacatl”, cuya traducción se cree que es “testículo” por su forma y por estar colgada de los árboles.
Además, para su polinización, los árboles de aguacate deben crecer por parejas, macho y hembra, de ahí que los aztecas consideraban al aguacate como símbolo de la fertilidad y se le atribuyeran supuestas propiedades afrodisíacas.
En España, los primeros datos los encontramos en el siglo XVII, en concreto sobre su presencia en el Jardín Botánico de Valencia y algunas plantaciones en Andalucía.
En la actualidad, España es uno de los principales productores y distribuidores de aguacate a nivel mundial y gran parte de su producción se localiza en la zona sur de nuestro país.
¿Cuáles son las propiedades del aguacate que lo hacen tan beneficioso para nuestra salud?
Como hemos visto al principio, el aguacate es un alimento que cada vez tiene más seguidores. Además de por su sabor suave y agradable, se trata de un alimento con múltiples propiedades para nuestra salud.
Por un lado, y a pesar de tratarse de una fruta, tiene un elevado contenido en grasas saludables, del mismo tipo que las presentes en el aceite de oliva.
Además, es rico en vitamina E, que ayuda a prevenir el desarrollo de enfermedades como el cáncer. No debemos olvidar tampoco, que su consumo nos aporta un elevado volumen de minerales necesarios como el potasio, calcio, fósforo o hierro.
Estas propiedades derivan en importantes beneficios para nuestra salud. Los más destacados son:
- Ayuda mantener nuestra salud cardiovascular:
Gracias a su contenido ácidos grasos monoinsaturados ayuda a reducir el colesterol. Su consumo, por tanto, es muy recomendado para evitar enfermedades relacionadas con problemas cardiovasculares.
- Ideal para embarazadas:
El aguacate es un alimento que complementa las necesidades energéticas y de ácido fólico, fundamental en el correcto desarrollo del feto. Además, el ácido fólico también previene ciertos tipos de malformaciones en el cerebro y la médula espinal.
- Recomendable para deportistas:
Se trata de un alimento que, por su aporte en magnesio y potasio, previene lesiones musculares y mejora la recuperación de la carga muscular.
- Ayuda a regular nuestro sistema nervioso:
El aguacate es rico en ácidos grasos, magnesio y vitamina B, propiedades que ayudan a regular nuestro sistema nervioso.
¿Cómo se conservan correctamente los aguacates?
Para conservar el aguacate debemos poner una fina capa de zumo de limón en la parte que ha quedado descubierta. Además, es importante no quitarle el hueso. De esta manera, conseguiremos que esa mitad sobrante aguante en perfecto estado hasta el día siguiente.
Si compramos un aguacate y su punto de maduración todavía no es el correcto, lo notamos demasiado duro, podéis probar a envolverlo en papel de periódico acompañado de alguna fruta y su maduración se verá reducida en un par de días. También se puede dejar el aguacate a temperatura ambiente y sin que le dé la luz de forma directa hasta que vaya madurando poco a poco.
